¿Conviene invertir en el S&P 500?: qué dijo el estratega principal de Morgan Stanley

Michael Wilson, el principal estratega de Morgan Stanley y uno de los más bajistas de Wall Street, cambió de opinión con respecto al S&P 500 y ahora espera que el índice accionario aumente un 2% para junio de 2025.

El especialista, quien proyectaba una caída en 2023 que finalmente no sucedió, aumentó su precio objetivo para el S&P 500 de 4.500 a 5.400 puntos, principalmente por la fortaleza de las ganancias corporativas.

"En Estados Unidos, pronosticamos un crecimiento sólido de las ganancias por acción junto con una modesta compresión de los múltiplos", sostuvo Wilson en una nota publicada para sus clientes.

En los últimos meses, el estratega reiteró en varias ocasiones su objetivo de 4.500 puntos para el índice de acciones, incluso cuando este registró nuevos máximos históricos. De hecho, en marzo dijo que no había motivos para mejorar la calificación por la ausencia de un crecimiento amplio de las ganancias.

No obstante, ahora visualiza un "entorno macro soleado" que respaldará los activos de riesgo durante la segunda mitad del año. Aunque no brindó precisiones, se cree que Wilson estaba haciendo referencia a la baja de tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed).

En este contexto, recomienda enfocarse en acciones cíclicas de calidad y en empresas defensivas como las pertenecientes al rubro de bienes de consumo básico y servicios públicos.

Invertir en el S&P 500 desde Argentina

Para aprovechar la tendencia alcista del S&P 500, los inversores argentinos deben abrir una cuenta comitente en un bróker que esté regulado por la Comisión Nacional de Valores (CNV), como Bull Market Brokers.

Posteriormente, hay que transferir los fondos deseados, en pesos o en dólares, desde una cuenta bancaria del mismo titular y adquirir Certificados de Depósito Argentinos (Cedears).

Estos instrumentos financieros equivalen a comprar el ETF subyacente que cotiza en el exterior, pero se pueden operar en moneda local (BCBA: SPY) y siguen la evolución del tipo de cambio CCL, por lo que permiten evadir el riesgo argentino y, a la vez, cubrirse de un eventual salto cambiario.